octubre 06, 2010

Un pacto para vivir


Vamos a hacer un trato, vos que por lo visto andás leyendo este blog y yo.
Yo voy a escribir acá lo que se me cante bien las pelotas, y vos te lo vas a bancar.
Ese es el trato. ¿Ok?
Porque nuestra historia fue de los dos, sí, pero cada uno tiene su punto de vista, y ahora cada cual sale adelante a su manera.
Yo no voy a dejar de hacer justicia a todo lo bueno que tuvimos y fuimos, y eso lo sabés, pero a fin de cuentas vos te cagaste un poquitito en mí, así que al menos voy a ejercer mi derecho a literaturizar la cosa.

octubre 05, 2010

Con esta señorita me caso yo

Siempre fui la "chica bien", la correcta y aplicada, el ejemplo a seguir, la nena de mamá, la que se sacaba dieces, la que tenía un futuro promisorio, la buena amiga, la copada, con la que siempre se puede contar.
Y además siempre fui una candidata perfecta.
Conmigo los hombres siempre se ponen a conversar, y en algún momento, no sé si es por hacer preguntas o si es mi cara la que revela que de verdad los estoy escuchando, me empiezan a ver como una buena amiga.
Invariablemente todos hacen una lista de mis cualidades, destacan lo buena gente que soy, y mas de uno ha hecho comentarios del estilo "sos una mina para casarse" y cosas así.

Esteban fue el primero que desde el día uno tuvo en claro lo que quería, y se tiró de cabeza al río. Esteban nunca fue ni quiso ser mi amigo.
Creo que eso fue lo que me atrapó de él.
Veía en Esteban un tipo seguro, maduro. Cabe aclarar que tiene casi diez años mas que yo.
Ví en él, sobre todo, al primer hombre que me vió de verdad.

octubre 04, 2010

Guía T

Anoche salí con un chico

Voy mucho al cine con mi amiga Marga, una compañera de facultad que conozco hace años.
Marga sabe mucho de cine, y es la persona que mas películas vió en el mundo. O al menos en mi mundo. En este momento estamos cursando una materia de la carrera con ella y con Gerardo, otro amigo de hace varios años, a quienes presenté entre ellos hace algunos cuatrimestres, y desde entonces siempre nos anotamos los tres juntos en alguna materia.

La cuestión es que hace poco estrenaron una película que yo tenía muchas ganas de ver, pero Marga no. El martes, saliendo de clases, nos pusimos a conversar sobre esto. Gero y yo nos tomamos el colectivo juntos, y en el viaje seguimos charlando un poco mas de cine, y me dijo que él me acompañaba a ver la película, que después me mandaba un mensaje y "veíamos".
Lo tomé como un comentario al pasar, ya que si bien nos conocemos hace al menos 4 años, con Gero nunca compartimos mas que un trabajo práctico con mates o una pizza a la salida de clases, y casi siempre en grupo. Nunca nos vimos fuera del ámbito de la carrera.

No nos volvimos a cruzar en la semana. Llegó la mañana del sábado, y con ella un mensaje de Gerardo preguntandome qué planes tenía para esa noche.
¡Sorpresa!
La situación me pareció rara, pero la verdad es que mi soltería reestrenada y yo no nos llevamos muy bien los fines de semana, así que le contesté lo verdad: que no tenía ningún tipo de plan. A los 20 minutos me envió el siguiente mensaje, diciéndome que ya había sacado entradas al cine por internet.
Esa noche fuimos a ver la película, y a la salida fuimos a comer pizza y tomar cerveza y conversar hasta las 4 de la mañana. Como todo un caballero, pagó absolutamente todo él, y hasta me acompañó a mi casa porque era tarde.

No pasó nada, ni hubo ningún tipo de intento de nada. Pero igualmente me queda la duda de si Gero hace todo esto de amigo buena onda que me acompaña en una noche de sábado para que no esté tirada en la cama pensando en Esteban y consumiendo tv basura y coca light, o si está en plan de algo mas. Todo el tiempo envía señales contradictorias, y la verdad es que mi cabeza está demasiado enquilombada como para descifrarlas.
Además, debo decir, siempre me costó entender cuando me están "tirando onda".

Soy una persona muy despistada, y si en un trayecto de 5 cuadras doblo dos veces, ya me pierdo. Pero para entender la ciudad existen mapas y guías.

¿Cómo se entiende a los hombres?

octubre 01, 2010

Todo cambia

Antes era un bajón cuando te peleabas con un noviecito del barrio, del colegio, o del mismo grupo de amigos. Saber que te lo ibas a cruzar yendo al kiosco, que tenías que compartir clases con él, o que un sábado a la noche podían coincidir en un bar, te hacía poner los pelos de punta.

Ahora es un bajón cuando te peleás con un noviecito que vive en el mismo planeta que vos. Leés las cosas que él escribe en su blog, sabés lo que está haciendo todo el tiempo porque lo pone en twitter, y hasta te enterás que empezo una nueva relación gracias al facebook.

Porque claro, podríamos no ver nada.
¡Pero está ahí, y nos tienta!